Si pudiéramos acercarnos
a una casa del pasado y abrir la puerta sin que nos vieran, entrar en el
interior de la vivienda, tocar los muebles,… subir a la cámara, abrir el arca, mirar entre los baúles, levantar la tapa del puchero, salir al
corral y contar los animales, si pudiésemos hacer todo eso, ¿qué
veríamos?
¿Veríamos casas
pequeñas, con cubiertas de retama y paredes de barro? ¿Veríamos espacios domésticos con enseres amontonados sin más orden que el que pone el propio desorden? o ¿veríamos hogares con muebles de nogal y cortinas de terciopelo? Igual
que ocurría en Europa, aquí podríamos ver lo uno y lo otro.
¿Cómo creéis que reaccionaria Josefa Bargallo,
(que hacía testamento en 1788 en Ossa de Montiel), si se enterase que en el día
de hoy, del año del señor de 2012, se iba a “pregonar” por toda la región de La Mancha que deseaba ser amortajada
con basquiña, jubón, medias, zapatos y pañuelo… y que desde su fallecimiento se pongan dos luces todos los días de fiestas sobre mi sepultura. O que pensaría José Garrido si supiese que
conocemos cómo su hermano Gregorio, natural de El Bonillo, hallándose baldado e impedido, por el año de 1745 y con poca o ninguna
asistencia de su mujer, se vino a
favorecer del declarante quien lo recibió en sus casas donde con amor fraternal
lo habían tenido alimentado y cuidado hasta su muerte. Y sólo trajo 12 cabras y
la ropa pobre con que venía vestido.
En este
maravilloso viaje al pasado me he permitido entrar, sin llamada previa, en la
casa de nuestros antepasados y reconstruir sus hogares y viviendas a partir de
aquellos legajos, hijuelas, testamentos, dotes, Catastro,
inventarios, , documentos
varios en los que quedó atrapada la vida
diaria de muchos hombres y mujeres, con sus ajuares, casas, hogares y enseres
cotidianos. Personas corrientes, vulgares, de las que ni ellas mismas nunca pensarían que podrían ser conocidas trescientos años más tarde o que alguien contara aspectos de su vida matrimonial o cuantos taburetes de pino tenían en la casa. Y es que, estimados alumnos, multitud de datos como estos esperan que les quitemos el polvo de los siglos y se haga una historia de la vida cotidiana y de la cultura material en las tierras manchegas.
Por eso mi osadía ha ido más allá, y también sin llamada previa, me he permitido entrar en vuestra memoria, bucear en vuestras historias del ayer, conocer a vuestros padres, abuelos, tías, parientes y vecinos que formaron y que forman parte de vuestra vida. Y hemos compartido cuatro maravillosas jornadas, que repetiría mañana mismo, porque han significado un encuentro con alumnos distintos, entusiasmados con el trabajo, ávidos de saber, de dar y de compartir.
Os dejo unas imágenes de la historia que seguiremos construyendo:
Peribáñez. El Ballestero (Foto, CHL)
Subida a la cámara. Encinahermosa (Foto, CHL)
Cubierta de la cámara de Demófilo. Balazote (Foto, CHL)
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